SAFARI EN AYACUCHO

PERU FOTOGUIA EN AYACUCHO

A casi un mes de mi participacion en el safari que realizó el grupo de fotografos "Peru Fotoguia" puedo decir que ha sido uno de los pocos viajes en los que uno puede compartir diversos puntos de vista sobre un tema o en este caso una "pasion en comun", la fotografia.

Milton, Paul y Pilar, cogieron las mochilas y alistaron los cañones para escalar unos metros más sobre el nivel del mar y conocer los rincones más hermosos de Ayacucho. Ninguno de ellos pronosticó una ruta especifica para los tres días de estadia, asi que nos tocó improvisar un poco y revisar en la guía turistica los puntos mas atractivos a visitar.

Subidos en el automovil ya todo era cuestión de suerte, es que ultimamente las lluvias vienen sorprendiendonos y en un safari es imprescindible nuestro papa INTI, solo para asegurarnos de que en caso ocurriera esto decidimos empezar por la ruta mas corta: Quinua. Empezamos el primer día con 7 aventureros en busca del mejor retrato.

No siempre uno desea que acaben esos días, estando a mitad del camino uno simplemente desea seguir, el segundo día fue mas urbano, fueron las principales calles de la ciudad, las casonas, iglesias y personas que vemos a diario. Visitamos el barrio artesanal de Santa Ana y con suerte tuvimos una catedratica charla sobre la cultura wari a cargo de Alexander Gallardo, egresado de la escuela de Arqueologia en la UNSCH y nieto de artesanos en este hermoso barrio.

Ya casi con la horas contadas optamos por conocer las Puyas de Raymondi que quedan en el pueblo de Cusibamba, un pequeño bosque al sur de Ayacucho, aqui la familia de Oscar Salvatierra nos acoge como parte de la familia y nos invita a poder visitarlos en otra oportunidad. No estaba demás pasar el resto del día en este maravilloso lugar, el campo, las titankas, el frio, todo era bueno menos el tiempo.

Tuvimos que partir, en el camino el chofer avesado nos conducia hacia la Presa Cuchoquesera, laguna que abastece de agua al distrito de Ayacucho, seguia el frio y tambien seguiamos haciendo fotos, era parte del viaje, como Paul contaba las tomas en sus peliculas, contabamos los minutos y los disfrutabamos porque eran cortos y eternos en ese momento. Ya se imaginan, uno parado con la camara colgada en el cuello y buscando el angulo mientras observa el panorama.

Ya pasaba el mediodia, era tiempo de enrumbarse hacia Huaraca, a mi parecer un lugar completo para visitar, no solo porque tiene un hermoso bosque de piedras, tambien la vegetación y el extenso lago que se mece entre los cerros. Huaraca no queda tan lejos, es un lugar ideal para acampar y pasar la noche. Fuera de los ruidos de la ciudad, el hichu seco, las casas al lado del pedregal, los niños pastando, el frio, creo que es el que nos acompañó incondicionalmente durante todo el viaje.

Sí, hay frio, tal vez mucho frio y poco aire para respirar cuando uno se eleva a la quietud y se detiene a observar, sí, observar todo lo que a uno le rodea y lo llena de mucha calma. Es bueno para el estres y bueno para la salud. El safari terminó con muchos pies cansados y con muchos rollos gastados, era tiempo de volver a la rutina habitual, solo ahora podriamos recordar estos momentos en lo que habitualmente solemos hacer: fotos. Fotos que graban no solo recuerdos y paisajes bonitos, sino rostros y amigos. A casi un mes del safari, solo espero otro más.

Mas fotos del safari en Ayacucho. AQUI

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